Saltar para: Posts [1], Pesquisa e Arquivos [2]
La Lámpara Marina, Pablo Neruda
I
Cuando tú desembarcas
en Lisboa,
cielo celeste y rosa rosa,
estuco blanco y oro,
pétalos de ladrillo,
las casas,
las puertas,
los techos,
las ventanas,
salpicadas del oro limonero,
del azul ultramar de los navíos.
Cuando tú desembarcas
no conoces,
no sabes que detrás de las ventanas
escuchan,
rondan
carceleros de luto,
retóricos, correctos,
arreando presos a las islas,
condenando al silencio,
pululando
como escuadras de sombras
bajo ventanas verdes,
entre montes azules,
la policía
bajo las otoñales cornucopias
buscando portugueses,
rascando el suelo,
destinando los hombres a la sombra.
II
Oh Portugal hermoso
cesta de fruta y flores,
emerges
en la orilla plateada del océano,
en la espuma de Europa,
con la cítara de oro
que te dejó Camoens,
cantando con dulzura,
esparciendo en las bocas del Atlántico
tu tempestuoso olor de vinerías,
de azahares marinos,
tu luminosa luna entrecortada
por nubes y tormentas.
III
Pero,
portugués de la calle,
entre nosotros,
nadie nos escucha,
sabes
dónde
está Álvaro Cunhal?
Reconoces la ausencia
del valiente
Militão?
Muchacha portuguesa,
pasas como bailando
por las calles
rosadas de Lisboa,
pero,
sabes dónde cayó Bento Gonçalves,
el portugués más puro,
el honor de tu mar e de tu arena?
Sabes
que existe
una isla,
la isla de la Sal,
y Tarrafal en ella
vierte sombra?
Sí, lo sabes, muchacha,
En silencio
la palabra
anda con lentitud pero recorre
no sólo el Portugal, sino la tierra.
Sí, sabemos,
en remotos países,
que hace treinta años
una lápida
espesa como tumba o como túnica
de clerical murciélago,
ahoga, Portugal, tu triste trino,
salpica tu dulzura
con gotas de martirio
y mantiene sus cúpulas de sombra.
IV
De tu mano pequeña en otra hora
salieron criaturas
desgranadas
en el asombro de la geografia.
Así volvió Camoens
a dejarte una rama de jazmines
que siguió floreciendo.
La inteligencia ardió como una viña
de transparentes uvas
en tu raza.
Guerra Junqueiro entre las olas
dejó caer su trueno
de libertad bravía
que transportó el océano en su canto,
y otros multiplicaron
tu esplendor de rosales y racimos
como si de tu territorio estrecho
salieran grandes manos
derramando semillas
para toda la tierra.
Sin embargo,
el tiempo te ha enterrado.
El polvo clerical
acumulado en Coimbra
cayó en tu rostro
de naranja oceánica
y cubrió el esplendor de tu cintura.
V
Portugal,
vuelve al mar, a tus navíos,
Portugal, vuelve al hombre, al marinero,
vuelve a la tierra tuya, a tu fragancia,
a tu razón libre en el viento,
de nuevo
a la luz matutina
del clavel y la espuma.
Muéstranos tu tesoro,
tus hombres, tus mujeres.
No escondas más tu rostro
de embarcación valiente
puesta en las avanzadas de Océano.
Portugal, navegante,
descubridor de islas,
inventor de pimientas,
descubre el nuevo hombre,
las islas asombradas,
descubre el archipélago en el tiempo.
La súbita
aparición
del pan
sobre la mesa,
la aurora,
tú, descúbrela,
descubridor de auroras.
Cómo es esto?
Cómo puedes negarte
al ciclo de la luz tú que mostraste
caminos a los ciegos?
Tú, dulce y férreo y viejo,
angosto y ancho padre
del horizonte, cómo
puedes cerrar la puerta
a los nuevos racimos
y al viento con estrellas del Oriente?
Proa de Europa, busca
en la corriente
las olas ancestrales,
la marítima barba
de Camoens.
Rompe
las telaranãs
que cubren tu fragrante arboladura,
y entonces
a nosotros los hijos de tus hijos,
descubriste la arena
hasta entonces oscura
de la geografía deslumbrante,
muéstranos que tú puedes
atravesar de nuevo
el nuevo mar oscuro
y descubrir al hombre que ha nacido
en las islas más grandes de la tierra.
Navega, Portugal, la hora
llégó, levanta
tu estatura de proa
y entre las islas y los hombres vuelve
a ser camino.
En esta edad agrega
tu luz, vuelve a ser lámpara:
aprenderás de nuevo a ser estrella.
Poema extraído de Obras Completas, 3ª ed. aumentada, Buenos Aires, Editorial Losada, Col. Cumbre, 1967
O imaginário agrícola a que nos fomos habituando é feito de monoculturas, maquinaria, productos químicos e subsídios que definem a paisagem rural do país. O agricultor moderno oscila a sua produção com as verbas da UE, semeia o que mais lhe dá dinheiro e, geralmente, limita-se a uma ou duas culturas. Compra a semente certificada que não reutiliza na colheita seguinte, não respeita os ciclos lunares e desconhece profundamente a terra que trabalha. Caso contrário faria tudo para a manter viva em vez de a agredir constantemente.
As experiências de agricultura tradicional continuam a existir um pouco por todo o país, sobretudo no interior norte do país onde são mais frequentes os pequenos terrenos familiares. Aí, podemos encontrar pequenos agricultores que produzem para consumo próprio e para partilhar com os vizinhos. Raramente utilizam fertilizantes ou pesticidas e praticam a policultura.
O fracasso da "Revolução Verde" e da agro-indústria, responsável por trazer à nossa mesa a maioria dos productos que consumimos, torna-se cada vez mais evidente, não só pelos impactos ambientais como pela constante degradação das terras e consequente diminuição da productividade. Fracassa também do ponto de vista social porque é uma agricultura quase sem pessoas, porque deixa o agricultor numa situação de dependência extrema em relação ao mercado e porque, cada vez mais, afasta as pessoas do meio rural reforçando o conceito de alimento como um mero bem de consumo.
No próximo ano cumprem-se 40 anos do 25 de Abril e do inicio da campanha de ocupação de terras. A reforma agrária integral continua a ser um imperativo, talvez não apenas sob o lema "A terra a quem a trabalha" mas também sobre vários outros lemas que tenham em conta a necessidade de diversificar a produção, aproximar os consumidores dos produtores, apostar nos productos e culturas locais e, sobretudo, trabalhar em sintonia com a terra para conseguir uma relação que dê frutos por muitas gerações.
A pouco mais de um mês e meio de entrarmos em 2014, declarado pela ONU como Ano Internacional da Agricultura familiar, sugiro-vos um curso de permacultura às portas de Lisboa para que possam ser elementos mais activos na mudança de paradigma que se impõe. Decorrerá no Projecto270, entre a praia da Riviera e a praia da Rainha na Costa da Caparica, no fim de semana de 30 de Novembro e 01 de Dezembro. Podem consultar o programa AQUI.
Um dos desafios mais interessantes é o da produção de alimentos nas cidades pelo que não se trata de uma formação apenas para os interessados em mudar-se para o campo!